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10 junio 2012

RUTA POR EL LITORAL. III PARTE

Con  fuerte olor marinero dejo el puerto de Arenys de Mar donde se puede degustar en sus variados restaurantes una jornada gastronómica de los productos tan reconocidos cómo la gamba y el famoso calamar de Arenys,     

Este es el punto de partida en esta tercera parte  de mi andadura   por el LITORIAL, sigo hacia el norte por la playa del Cavaió, en dirección a Canet de Mar donde su amplia playa esta  precedida por un agradable paseo marítimo  permitiéndome contemplar las esculturas que hay, quedándome por un momento reflexionando de quien seria la brillante idea de poner al Dios del Mar (Neptuno) de espaldas a él.  El  paseo no tiene continuidad  por lo que una senda algo desdibujada permite acceder por la playa de Levante al recinto del Club de Vela Canet.

La senda continúa en esta ocasión entre la vía del tren y la arena  dorada de la playa roca Blanca, playa  de aspecto rustico debido a un macizo  rocoso, poco equipada de servicios e infraestructuras y que conecta con el término de San Pol de Mar   

 Se puede utilizar como alternativa un paseo peatonal que esta a mayor altura y que discurre junto a la carretera N-II fin de la localidad de Calella,  pero sigo con mi propuesta que la considero mas atractiva e interesante y que  me permite disfrutar de su brisa marina, observando como el agua se abre paso entre las rocas, y toda una serie de sensaciones que se perciben caminando junto al mar una de ellas es esa peculiar olor marina que tanto lo caracteriza.

Tras franquear el macizo rocoso aparece La Playa de Tequendama de la cual destaca  la Punta del Refugi, donde se levanta  un bunker/fortín  de tiempo  de la guerra civil  y  tramo  frecuentado por nudistas., seguidamente la playa la Murtra/El Molí  hasta llegar a la riera  encontrándome con la localidad de San Pol de  Mar, otro antiguo barrio de pescadores  que a principios del siglo XX se convirtió en el lugar favorito para las familias de la burguesía  Barcelonesa. Llegando ha ser uno de los pueblos más especiales de la Comarca del Maresme.

Hay una curiosa anécdota o mito sobre el reloj de este lugar:
Resulta que hace bastantes años se instaló un reloj de sol, y con el fin de evitar que las fuertes lluvias y el granizo lo estropeasen le colocaron un tejadito. Evidentemente, el reloj de sol con ese tejado no servía para nada. Debido a esto, los turistas y aquellos que pasaban por la población preguntaban con mofa a los habitantes:

*Sant Pol... Quina hora és? (Sant Pol ¿Qué hora es?)

La realidad es que las tropas de Felipe V lo destruyeron en 1714.

 La estrecha playa en la que me encuentro nada mas pasar la riera  me impide seguir por ella a consecuencia  de que la regeneración natural de la arena presenta problemas, teniéndose  que recurrir como en otras poblaciones a la regeneración artificial de arena es por eso que continuo por el interior de las calles mas próximas hasta salir por el paso a nivel del tren  al Paseo de la Punta 

Al abrigo de  Roca Grosa o también conocida como la Cabra se encuentra una serie de calas aisladas rusticas y de aguas tranquilas  muy concurridas  que hacen las delicias de los veraneantes y de aquellos que practican el nudismo          
En este punto opto por  subir por la escalera a lo alto de este alud montañoso y recorrer este tramo por la zona de su mirador disfrutando de la ventaja de ver todo a vista de pájaro  de esa franja costera tan espectacular y de parte del recorrido por la playa de Calella y su municipio,

El paisaje urbanístico cambia rotundamente, la presión urbanística del  boom turístico del año 56 en la localidad de Calella, y posteriormente en Pineda, Santa Susana y Malgrat hacen que afloren  las construcciones de hoteles y apartamentos en primera línea del mar, haciendo que Calella sea  conocida como capital turística de la Costa del Maresme.

 Desciendo por  las escaleras que llevan a la playa  camino por la arena para salir al paseo marítimo en sentido norte, en total se pueden encontrar tres playas bien diferentes donde se congregan los habitantes y turistas para sofocar el calor del verano: Les Roques, Gran y Garbí en esta línea o por este orden alcanzo:

La Platja de Poble Nou, corresponde al barrio con el mismo nombre y lugar de ubicación de un pequeño oratorio dedicado a la Virgen del Carmen,  barrio este que pertenece 

Pineda de Mar Este pueblo mediterráneo fue muy castigado por los  piratas y por el ejército de Napoleón siendo también incendiado durante las revueltas carlistas del siglo XIX.
A diferencia de sus pueblos vecinos de Calella de Mar, Santa Susana y Malgrat de Mar, Pineda se ha mantenido casi “virgen” al boom turístico y es básicamente un pueblo residencial 

Esta localidad del Mediterráneo cuenta  con un precioso paseo marítimo a pié de la  playa de los Pescadores  por el que opte para continuar hasta la estación de tren  y por ultimo encontrarme con la Platja dels Pins

 Pasada esta población, proseguí por un amplio camino encontrándome con una de las mas grandes  extensiones de arena de esta franja de costa la playa de las Dunas  además de un claro ejemplo del plan de recuperación de las dunas arenosas de la costa del Maresme aquí también se puede ver otro búnker de la Guerra Civil restaurado e impulsado por el ayuntamiento como una construcción de valor histórico y turístico perteneciente a la localidad de:

Santa Susana: A pesar de la presión urbanística, detrás de los grandes hoteles todavía se puede encontrar un espacio agrícola que en otro tiempo fue de gran calidad.

El camino de tierra  da paso a un  moderno paseo marítimo  paralelo por una parte al conjunto de hoteles y a la playa de Levante desde la que se puede observar justo en medio del mar una piedra denominada la Pilona. Se trata de una plataforma artificial que servía, a comienzos del siglo XX, como punto de embarque del mineral de hierro de las minas de can Palomeres, el cual, desde la montaña, llegaba al mar a través de unas torres metálicas o de un sistema de vagonetas.

Esta población pone fin a su término con la playa de las Caletes  formada por pequeñas calas separadas por grupos rocosos.

Una vez en la estación de tren de Malgrat de Mar,  doy por finalizada la ruta de 21 Km. en el tiempo de 4 horas

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